El emblemático Liceo Domingo Espiñeira Riesco de Ancud, realizo su ceremonia de licenciatura, en el gimnasio exterior de sus dependencias, se contó con la presencia del Alcalde y Presidente de la Corporación Municipal de Educación, Carlos Gómez Miranda, los concejales, María Luisa Rojas, Marcos Velásquez y Eduardo Delgado, el Secretario General de la Corporación Municipal de Educación, Jorge Uribe Gallardo, el director del Liceo DER, Miguel Ruiz Jaramillo, padres, apoderados, familiares y todas la comunidad liceana.
Una vez que ingresaron los 4° medios, el director del Liceo DER, Miguel Ruiz Jaramillo, dijo que “esperamos que el liceo DER marque un momento importante dentro de sus jóvenes vidas, la educación media que terminan es una etapa más de su formación formal como estudiantes, principalmente forjando valores, principios y proyección. Como establecimiento buscamos abrir expectativas en los jóvenes y esperamos que la familia valore lo que ustedes han logrado. Queremos que cada uno recuerde su pasar por este liceo y se sientan parte de los logros y tropiezos que han tenido en su educación, busquen siempre la felicidad”.
Se premio a algunos alumnos destacados y se procedió a la entrega de las correspondientes licencias a los primeros estudiantes, a nombre de todos los egresados, se dirigió a los presentes, Daniela Vargas González, alumna de 4°A, quien señalo que “estamos reunidos hoy, para dar termino a una de las etapas más importantes de nuestras vidas, tomaremos otros rumbos y nos separaremos, es la última ocasión en que estaremos todos juntos, mañana nada será igual, seremos ex alumnos y por siempre felices liceanos, espero que cada decisión que tomen al salir de esa puerta los haga felices y que construyamos un buen futuro para nuestras vidas.
Números musicales, acompañaron esta ceremonia, y la profesora jefe del 4° A, Claudia Calderón Villarroel, manifestó que “el día tan esperado ha llegado, con la esperanza de cada uno logre sus metas y puedan continuar soñando. Nosotros sabemos, que para varios va a ser la mejor etapa de sus vidas, que sin duda querrán recordar, algunos volverán el año siguiente, tratando de revivir esos días que ya pasaron, traten de llevar adelante sus sueños, disfruten de la vida”.
Todo concluyo con el tradicional Himno del Liceo y la canción del adiós, donde la vieja campana les recordó a todos, que esta sería la última vez que la escucharían en su vida.
