Se realizó en Ancud la XXI Jornada sobre Prevención del Delito Sexual «Alza la voz: derechos, deberes y protocolos de actuación y prevención del abuso sexual en el ámbito educativo», organizada por la Escuela Diferencial San Carlos.
La jornada de asistencia gratuita fue auspiciada por la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Ancud y el Rotary Club de esta comuna, además de patrocinada por el Ministerio de Educación.
La directora del establecimiento anfitrión, Yuly Reyes Valle, se mostró conforme con la recepción de la convocatoria, destacando la gran asistencia de trabajadores ligados a la educación y el cuidado de niñas y niños.
Sostuvo la docente que «nos hemos sorprendido porque hay mucho interés y mucha gente quiere ser parte de esto y está ya perdiendo estos miedos a vincularse a estos temas, a conversarlos y hoy nuestra convocatoria ha sido amplia, con más de 100 personas participando de esta jornada y por eso cada vez estamos apuntando más alto».
Reyes señaló que «esta jornada se generó de la experiencia de haber participado en el seminario realizado en Castro (de la campaña «¡No enmudecer»!) y ese fue el primer pie para decir ya es suficiente, hay que alzar la voz y comenzar a darle un poco más de responsabilidad a la educación, principalmente».
Sobre las acciones a tomar en cuenta en los establecimientos educacionales, la directora del San Carlos llamó a estar atentos a distintos indicadores que indicarían algún tipo de abuso sexual, como una tarea de todos quienes laboran con niños, incluidos docentes y otros funcionarios de las escuelas.
Dentro de los ponentes, Claudio Ulloa, periodista y doctor en comunicación y cultura, expuso el tema «Mitologías e imaginarios en torno al abuso: relatos, lenguajes y estereotipos en Chiloé», y manifestó que mucha de la cultura del Archipiélago tiene que ver con la violencia sexual y que de alguna forma ha ido normalizando estas conductas.
«Lo que pudimos trabajar con las personas que asistieron les genera a ellos sentido en términos de que repensamos la forma en que la cultura de Chiloé ha sido de cierta manera comercializada, divulgada y observamos que hay algunos estereotipos de los relatos y personajes mitológicos que hay que pensar en sí mismos porque conllevan actos y abusos de tipo sexual», destacó el académico de la Universidad de Los Lagos, refiriéndose al Trauco, como actualmente se conoce a ese ser.
«El Trauco es una suerte de adaptación del mito Huilliche del Chauko, que es el guardián del agua, que está dentro de los bosques de Chiloé y tiene que ver con otra forma cultural, que tiene que ver con preservar los recursos, pero de un momento a otro pasa a ser este Trauco, duende, más europeo, y hoy día netamente folclórico sin ningún valor de cuestionamiento de lo que es, sino casi lo que es el indio pícaro», sostuvo Ulloa, advirtiendo que es necesario revertir este sentido.
