Un simulacro es un ensayo o práctica sobre cómo se debe actuar en caso de una emergencia, provocada por un temblor, incendio, inundación, entre otros. Los simulacros deben efectuarse, de ser posible, en todo lugar en el que pudiera sorprendernos una emergencia: nuestra casa, el trabajo, oficinas públicas, escuelas, supermercados, etcétera.
Realizar un simulacro tiene muchas ventajas. La primera de ellas es que podemos comprobar, con anticipación, si las acciones de preparación son eficientes y nos permite corregir, en caso necesario, las acciones requeridas para una mejor atención de la emergencia.
Por otra parte, nos permite estar bien entrenados para actuar correctamente ante un desastre. Una ventaja adicional es que fomenta la cultura de protección civil entre los miembros de la familia y de la comunidad.
Por este motivo, los alumnos de toda la escuela rural Senda Chacao, realizaron un ensayo preventivo de evacuación, que consistio en simular los procedimientos de resguardo ante una emergencia, ya sea de sismo o incendio.
Durante la mañana, comenzaron a sonar las alarmas en los patios, y enseguida los alumnos iniciaron la salida de los cursos, de manera rápida y ordenada. Mientras, docentes y asistentes de la educación, colaboraron con la formación de los cursos en el acceso principal de la escuela.
Al respecto, el ingeniero en Prevención de Riesgos de la Corporación Municipal, Pablo Agüero, sostuvo que “la idea es hacer ensayos para preparar a los alumnos y funcionarios para distintos tipos de emergencias y generar una cultura preventiva en los establecimientos de educación, esto se hace normalmente dándole un enfoque de seguridad escolar y pensando en diferentes situaciones que pueden ocurrir en una comunidad educativa”.
Por su parte, la directora de esta escuela, la docente Sonia Barría, señalo que “este es el primer ensayo del año, es muy importante que los niños conozcan las zonas de emergencias y ante cualquier eventualidad estén preparados. Tenemos un protocolo que conocen los profesores, asistentes de la educación y es compartido con los alumnos, por lo que cada niño, cada alumno sabe cómo debe actuar”.
A medida que los estudiantes se formaban, los profesores a cargo, se cercioraron de que todos los alumnos se encontraban en la Zona de Seguridad.
Los protocolos fueron realizados con éxito, y con un tiempo máximo de 2 minutos 40 segundos. El procedimiento, concluyó una vez que los inspectores y auxiliares cumplieron con la revisión de las salas, las instalaciones eléctricas, de gas y de infraestructura, a fin de asegurar, hipotéticamente, la ausencia de riesgos que pudieran afectar a la comunidad en caso de una emergencia real.
Este tipo de ensayos continuaran desarrollándose en distintos establecimientos urbanos y rurales, dependientes de la Corporación Municipal de Ancud.
